Las cosas en su lugar…

Escuchaba radio en la noche, se me ocurrió cambiar el dial y en la búsqueda de algo mejor encontré  a un relator de fútbol que transmitía los últimos segundos del partido entre Argentina y Paraguay, me detuve, Argentina perdía el encuentro y el hombre, cual rottweiler enardecido trataba de fracasados a los jugadores y les pedía a viva voz “que se vayan todos”, sí, de no creer, otra vez argentinos pidiendo “que se vayan todos”.

Me aparecieron inmediatamente dos ideas, la primera, futbolera, en mi país se trata de fracasados a un grupo de profesionales que en las tres últimas competencias, a nivel selección, en el nivel de la excelencia, es decir, el máximo nivel posible, jugaron, en los tres casos las respectivas finales, sólo le convirtieron un gol y fueron sub-campeones del mundo y de América dos veces, en este momento el mundo del fútbol la considera N° 1 en el ránking de selecciones, puede ser ésta la historia de un grupo de fracasados??

La otra idea tomó forma en el mundo psicológico, recordé un término bastante usado, la proyección, “un mecanismo psicológico mediante el cual el individuo atribuye a otras personas sentimientos, pensamientos o impulsos propios que niega o le resultan inaceptables. Algunas de nuestras cualidades, deseos o sentimientos nos producen ansiedad y tendemos a proyectarlos sobre otras personas.”

Este cóctel de ideas me llevó a una conclusión, en mi país los fracasados no son los jugadores de la selección de fútbol, ellos llegan muy alto en ambientes super competitivos, están acostumbrados a la excelencia, si hablamos de fracasos, lo que ha fracasado es la sociedad argentina, en su calidad, en su economía, en su ética, en su moral, en sus costumbres, la sociedad argentina ha llevado al país Argentina bien abajo  en los rankings mundiales.

El relator, tal vez haya sido un emergente, el disparador de estas ideas, el representante de la sociedad en la que vive, violenta, destructiva, que no duda en tratar de eliminar a un grupo de personas porque los considera fracasados, un reflejo de lo que vivimos a diario, creo que es un buen momento para tratar de asumirnos como la sociedad que somos y entendamos mejor quienes son los que han fracasado.