sábado, 15 de octubre de 2016

Cerco de violencia

Desde hace muchos años, casi sin darnos cuenta, sin pausas, hemos construído un cerco de violencia y nosotros dentro yendo y viniendo, sin poder salir, suplicando en silencio a los Dioses que no nos toque. Hace ya tanto tiempo que giramos y giramos dentro del cerco que el miedo ha ido creciendo porque las balas pegan cerca, un amigo, el hijo de…, el policia de la esquina, el bebé dentro de la panza de su madre, el carnicero del barrio, mi padre y así una lista interminable vasta en cantidad y variedad. Cuando el miedo crece detrás de la idea de morir la razón empieza a tambalear y van tomando fuerza pensamientos que no aparecerían si estuviésemos fuera del cerco.
El pensamiento de Pichón Riviere expresa: “Lo nuevo, lo desconocido, lo inédito, lo vertiginoso, lo masivo de una situación exige del sujeto, una adaptación, una desestructuración y una nueva estructuración de sus marcos de referencia previos en forma casi inmediata. Esta situación confusional perturba, de hecho, la posibilidad de discriminar lo bueno de lo malo, lo interno de lo externo y ante la multiplicidad de estímulos desestructurantes, aparece otra dimensión mayor, con mayor riesgo surge el PANICO, como la combinatoria de miedos, dificultad de discriminación, alarma y perplejidad, quedando el sujeto ante la pérdida total de referentes previos, debido al repentino incremento elevado de las ansiedades. En las situaciones de emergencia social, la desorganización y el pánico son los enemigos internos, conducen a estallidos incontrolables y autodestructivos.”
Cuando la víctima ve que va a perder “su” vida, la “única” que tiene, tal vez “todo” lo que tiene, seguramente entra en el estado que refiere Pichón, el pánico “actúa” por él, la razón ya no tambalea, desaparece y la víctima frente a esa situación absolutamente inédita, desconocida producirá un episodio incontrolable, autodestructivo.No es casual que la mayoría de las víctimas de hechos violentos que matan a su atacante luego se arrepienten y quieren volver el tiempo atrás porque de algún modo el que mató no fue él, se desconoce.
Tratar de resolver a través de la “razón” episodios que se desarrollan en un estado de “sin razón” me parece muy complejo, arribaremos seguramente a varias y diferentes soluciones ilusorias, supuestas que tendrán más que ver con lo que supone el que opina que con lo que realmente pasó ya que generalmente ni la víctima puede entender claramente que fue lo que ocurrió.

Los constructores del cerco son los que inician los hechos violentos, todo lo posterior es consecuencia lamentable del ataque y son reacciones producidas generalmente en un escenario con las características antes  mencionadas, el victimario es quien produce el ataque, la víctima es el violentado.

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