Cerco
de violencia
Desde
hace muchos años, casi sin darnos cuenta, sin pausas, hemos construído un cerco
de violencia y nosotros dentro yendo y viniendo, sin poder salir, suplicando en
silencio a los Dioses que no nos toque. Hace ya tanto tiempo que giramos y
giramos dentro del cerco que el miedo ha ido creciendo porque las balas pegan
cerca, un amigo, el hijo de…, el policia de la esquina, el bebé dentro de la
panza de su madre, el carnicero del barrio, mi padre y así una lista
interminable vasta en cantidad y variedad. Cuando el miedo crece detrás de la
idea de morir la razón empieza a tambalear y van tomando fuerza pensamientos
que no aparecerían si estuviésemos fuera del cerco.
El pensamiento de
Pichón Riviere expresa: “Lo nuevo, lo desconocido, lo inédito, lo vertiginoso,
lo masivo de una situación exige del sujeto, una adaptación, una
desestructuración y una nueva estructuración de sus marcos de referencia
previos en forma casi inmediata. Esta situación confusional perturba, de hecho,
la posibilidad de discriminar lo bueno de lo malo, lo interno de lo externo y
ante la multiplicidad de estímulos desestructurantes, aparece otra dimensión
mayor, con mayor riesgo surge el PANICO, como la combinatoria de miedos,
dificultad de discriminación, alarma y perplejidad, quedando el sujeto ante la
pérdida total de referentes previos, debido al repentino incremento elevado de
las ansiedades. En las situaciones de emergencia social, la desorganización y
el pánico son los enemigos internos, conducen a estallidos incontrolables y
autodestructivos.”
Cuando la víctima ve
que va a perder “su” vida, la “única” que tiene, tal vez “todo” lo que tiene,
seguramente entra en el estado que refiere Pichón, el pánico “actúa” por él, la
razón ya no tambalea, desaparece y la víctima frente a esa situación
absolutamente inédita, desconocida producirá un episodio incontrolable,
autodestructivo.No es casual que la mayoría de las víctimas de hechos violentos
que matan a su atacante luego se arrepienten y quieren volver el tiempo atrás
porque de algún modo el que mató no fue él, se desconoce.
Tratar de resolver a
través de la “razón” episodios que se desarrollan en un estado de “sin razón”
me parece muy complejo, arribaremos seguramente a varias y diferentes
soluciones ilusorias, supuestas que tendrán más que ver con lo que supone el
que opina que con lo que realmente pasó ya que generalmente ni la víctima puede
entender claramente que fue lo que ocurrió.
Los constructores
del cerco son los que inician los hechos violentos, todo lo posterior es
consecuencia lamentable del ataque y son reacciones producidas generalmente en
un escenario con las características antes
mencionadas, el victimario es quien produce el ataque, la víctima es el
violentado.
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